jueves, 18 de marzo de 2010

ALGUNAS TRADICIONES PASCUALES

ALGUNAS TRADICIONES PASCUALES

A) LOS HUEVOS DE PASCUA.

Son muchas las tradiciones de la Pascua Florida. Todas están relacionadas con la primavera, la vida y el bautismo o agua. Así la tradición de que el padrino regalara al ahijado (mientras éste permaneciera soltero) “la rosca de Pascua” (la mona de Pascua que se entrega el lunes de Pascua, el huevo de Pascua...). El huevo típico en esta fecha (hoy se presenta refinado en forma de chocolate) se debe a que por fuera tiene aspecto de roca y por dentro esconde la vida, la germinación, el nacimiento de algo. Es la mejor manera de hablar de la vida que Jesús, el Resucitado, nos ofrece. En algunos lugares, los huevos cocidos eran rellenados de sorpresas. El turismo hoy está haciendo evolucionar las costumbres nacidas en un contexto de significado religioso a puras tradiciones populares desprovistas de sentido hondo. Se conservan las formas externas, pero se olvida el sentido y significado inicial de las tradiciones.

B) LA BENDICIÓN DE LAS CASAS.

En nuestro entorno ha perdido fuerza, pero en contextos como Alemania e Italia sigue muy viva la tradición de la “bendición de las casas” en el tiempo pascual con el agua bendita de la noche pascual. El párroco pasa por las casa y las bendice. Es un signo de presencia de Dios, de apertura a Dios y de deseo de que sobre esa casa y sus moradores se derramen las gracias y las bendiciones que brotan de la Resurrección. En Alemania se marca la fecha de la bendición con tiza en un lugar visible.

C) EL AGUA BENDITA.

Aunque se va perdiendo, pero aún es posible ver en algunas comunidades cristianas que en la pila bautismal está a disposición de los fieles el agua bendita de la noche pascual. Esta agua es llevada a los hogares como un sacramental que recuerda el bautismo, la noche pascual y como presencia de fecundidad espiritual que ayuda a vivir de manera evangélica a la familia. En algunos momentos significativos se usará, (como se usa el agua en gesto penitencial al entrar en la iglesia y santiguarse), por ejemplo, ante la tormenta, en días señalados familiares, en momentos de dificultad o enfermedad. No se trata de magia, sino de un elemento cargado de sentido religioso que está ahí para ayudarnos a recordar que tenemos que vivir en creyente, como resucitados, como bautizados, como pasados por el agua de la Pascua, como personas de fe en todo lo que la vida trae consigo. Nada de nuestra vida está al margen de la fe. Todo lo tenemos que vivir con fe.